Esta mañana buscando un poco por internet me he topado con PARO, o Nuka como se conoce aquí en España. Se trata de un robot diseñado para interactuar con personas mayores o con algún tipo de discapacidad y que ofrece beneficios parecidos a los de la terapia animal suprimiendo los riesgos que pudiera suponer el utilizar animales reales.
Este robot, según pone en su página web española, está indicado para ser utilizado en tratamientos con personas con síntomas de demencia, personas mayores, niños hospitalizados o personas con alguna discapacidad psíquica, donde la parte afectiva es un área a trabajar. Ayuda a activar la comunicación de los pacientes, favorecer la autonomía que estos puedan desarrollar, relaja y motiva, mejora los signos vitales y aumenta la autoestima, según afirman en la página.
Paro dispone de cinco tipos de sensores: táctil, luz, sonido, temperatura y posición, con los cuales detecta a la gente y el ambiente que tiene a su alrededor. Con el sensor de luz, Paro diferencia la luz de la oscuridad. Detecta cuando está siendo acariciado mediante el sensor táctil o cuando alguien le da la vuelta con el sensor de posición. También es capaz de reconocer de dónde viene la voz cuando alguien le habla, responder cuando le llaman por su nombre o le felicitan mediante su sensor de sonido.
Paro puede aprender comportamientos dependiendo de las preferencias de la persona con la que se encuentre en cada instante como puede ser el responder a otro nombre si la persona le llama siempre así. Por ejemplo, si Paro ve que cada vez que hace algo la persona le acaricia, intenta recordar esa acción para repetirla más a menudo, sin embargo si le golpea, recordará la acción que ha realizado con anterioridad e intentará no volver a hacerla.
Es increible ver cómo la robótica evoluciona hasta llegar a conseguir que un robot pueda ayudar a una persona en su vida diaria, ya sea limpiando la casa (como ya existen muchos de estos robots) o de esta manera, mejorando la calidad de vida de las personas con las que se cruzan y permitiendo en muchos casos incluso mejorar el estado de los pacientes. A este ritmo no sé a dónde vamos a llegar, pero siempre que sea en este camino cualquier avance es bienvenido.
Os dejo con un par de artículos que aparecen en su página principal y que hablan sobre esta pequeña foca:
- New York Times: A Soft Spot for Circuitry
- The Wall Street Journal: It’s Not a Stuffed Animal, It’s a $6,000 Medical Device
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